Para soltar después, necesariamente debes reconocer lo valioso de
aquello que has tomado antes, sea dichoso o doloroso. Sin reconocimiento
y gratitud, el pasado parece perseguirte. Te dices: "Lo que he
recibido, no es en vano, ha sido perfecto para mí". Para tomar después,
necesariamente debes renunciar a un poco de tu libertad antes, sea
dichoso o doloroso. Sin entrega y disponibilidad, el futuro parece
alejarse. Te dices: "Lo que estoy recibiendo, no es en vano, está siendo
perfecto para mí".
No hay comentarios:
Publicar un comentario